¿Te involucraste alguna vez en alguna actividad física estimulante y después descubriste que no podías detenerte? ¿Alguna vez compraste un helado grande, te lo devoraste y al final te sentiste enfermo?... No querías más pero de alguna manera te lo comiste.
El camino hacia la
sabiduría número 18 es: "Bemiut taanug",
lo que literalmente significa "minimizando los placeres".
Los seres humanos somos buscadores de placer. El placer es energía. Mientras
más placer obtengamos, más energía tendremos para vivir.
A pesar de que el
placer físico es una parte esencial de disfrutar la vida, tenemos que aprender
a aprovecharlo. Comer helado es increíble, pero no queremos enfrentar
consecuencias negativas.
Vida Gourmet: "Identifica e Intensifica"
Tus Placeres
Cuando un catador de
vinos toma una copa de vino, primero la huele, después se pone un poco en la
boca, lo remueve y si pasa la prueba se lo toma. "Tomarlo" es sólo un
aspecto del disfrute.
Observa cuántas
oportunidades hay durante el día para obtener placer: ver el amanecer, respirar
aire fresco, un "splash" de agua fría, una brisa
refrescante. O quizás relajarte en un sauna caliente, tomar una copa de
champaña y después finalizar con un buen filete con papas fritas.
La primera vez que
pruebas algo nuevo, te concentras intensamente en el placer que estás
sintiendo. Todo esto contribuye a la experiencia e incrementa el regocijo.
Pero ¿qué pasa
entonces? A veces simplemente nos acostumbramos.
Los 48 caminos hacia la
sabiduría nos dicen: Sé un gourmet de la vida. Sé más particular sobre las
cosas en las que te involucras, cómo te involucras, con quién te involucras y
por qué te involucras.
Expresa exactamente qué
es lo que disfrutas sobre estos placeres. Pregúntate: ¿Qué es lo que hace que
esto sepa bien, se vea bien, huela bien, se sienta bien? Por ejemplo:
Helado
– frío, dulce, suave.
Amigos
- seguridad, conexión, apoyo.
Torá
- claridad, sabiduría, trascendencia.
Concéntrate y asegúrate de obtener el máximo placer. Disfrútalo como un buen vino, y prolonga su sabor. Esta extra-sensibilidad te va a dar una apreciación más profunda. Y esto te motivará y te dará energías.
¿Es Malo el Placer Físico?
Creciendo en una
sociedad Occidental, es posible que hayamos escuchado la idea de que el
"placer físico es malo". Esto puede tener origen en la visión
Católica donde el celibato (por ejemplo) es alabado, y el placer físico como el
sexo, inclusive en el contexto del matrimonio, es considerado como una
concesión a los instintos más débiles y bajos del hombre. Por lo tanto, los
"Católicos más sagrados" - curas y monjas - practican el celibato.
Por otro lado, el Mundo
Occidental, toma una posición diametralmente opuesta y ve la vida solamente
como la persecución hedonista de los placeres físicos sin ningún límite. La
gente a veces se involucra en actividades físicas estimulantes como una válvula
de escape para lidiar con la presión.
El judaísmo no sigue
ninguno de estos extremos. Seguimos el punto medio. El judaísmo nos enseña que YHWH
hizo el mundo físico no para frustrarnos sino para disfrutarlo. La
espiritualidad no se adquiere meditando en la cima de la montaña (¡aunque puede
ser muy bueno!), o estudiando en un monasterio en medio de la nada. Elohim creó
este mundo para que obtengamos placer.
Por ejemplo, nuestra
tradición nos enseña que los sabios pueden sentarse bajo el sol. No importa
cuánto una persona aprecie la sabiduría y el estudio, también tiene que
ocuparse de su cuerpo. Incluso que su fuerza física haya disminuido, igual
puede derivar placer de la calidez del sol.
El Talmud dice que si
una persona tiene la oportunidad de probar una nueva fruta y se rehúsa, va a
tener que rendir cuentas en el mundo venidero. ¿Qué tienen de especial las
frutas? YHWH pudo haber creado una avena blanda con todas las vitaminas y
minerales necesarias para nuestra supervivencia. Pero las frutas son el postre
que YHWH nos hizo. Es un acto de amor. Si te rehúsas a probarlo demuestras una
falta de apreciación. Las frutas nos ayudan a enfocarnos en la realidad de que YHWH
creó el mundo para nuestro placer.
Un Medio, No un Fin
No hay duda de que el
placer físico es "¡un placer!"
Sin embargo, el placer
físico no es la experiencia suprema. Es sólo el aperitivo de la vida. Imagínate
que invitas a cenar a una persona a tu casa y preparas una cena muy elegante de
cuatro platillos. Después de servirles el primer plato, te agradecen por una
cena maravillosa.
"¿De qué estás
hablando?", le dirías. "Apenas estamos empezando. ¡Lo mejor está por
venir!".
Esa es la perspectiva
del judaísmo sobre el placer físico. Es sólo el entremés de la existencia. No
cometas el error de perderte en el aperitivo. Si haces del aperitivo tu plato
fuerte, nunca obtendrás los nutrientes que necesitas para estar saludable y
satisfecho. Similarmente, si haces de los placeres físicos el plato fuerte de
tu dieta de placeres, nunca estarás totalmente satisfecho.
El placer es una parte
de la vida, sin embargo, no puedes comer todo el día. Tiene que haber un
equilibrio.
Cuando se utiliza
sabiamente, el placer físico debe ser un escalón hacia placeres más elevados.
Cuando hemos aprendido a disfrutar de cosas bonitas, cuando nuestros cuerpos se
sienten relajados, estamos más preparados para encarar problemas sociales;
violencia, desempleo, guerra, entre otros. Lidiar con esos problemas requiere
de una inmensa fuerza emocional. Utiliza el placer físico para obtener esa
fuerza.
Monitoréate a ti mismo:
"¿Qué es el placer para mí? ¿Lo estoy utilizando para evitar la realidad o
para obtener energía y lograr más cosas? Cuando tomo una taza de café, me
siento despierto. Ahora bien, ¿qué voy a hacer con ese incremento de
energía?".
El Auto y el Conductor
El judaísmo nos enseña que
el cuerpo es para el alma lo que el auto es para el conductor. Tienes que
mantener tu cuerpo mecánicamente bien y cargarlo con gasolina de calidad. Si
abusas de tu coche, no te llevará a ninguna parte. Y para que se vea bien,
necesitas lavar el auto tanto exteriormente como interiormente.
¡Pero seguro que el
coche no es más importante que el conductor mismo! ¡Todos reconocemos que
alguien que descuida a su familia y pasa horas completas encerando su coche ha
perdido sus prioridades!
Esto es lo mismo con el
cuerpo y el alma. Algunas veces debes sobornar a tu cuerpo, para que tu cuerpo
pueda lograr más. Por ejemplo, después de que hayas acabado un proyecto
difícil, te puedes recompensar con una comida en un buen restaurante. Sólo ten
cuidado de no utilizar erróneamente el placer como una manera de evadir los
problemas y las responsabilidades.
Es un tema de
"disciplina personal", no opresión. Cuando tratas de reinar sobre tus
placeres físicos, una vocecita dentro tuyo te dice, "¡Qué terrible!
¡Arruinarás tu vida! ¡Será tan aburrida!".
La clave es: "Una
cantidad controlada", utilizar el placer adecuadamente en los momentos
correctos. De otra forma, aunque parezca un momento de elevación, al final sólo
nos empobrecemos a nosotros mismos y a toda la experiencia.
Conecta lo Físico con lo Espiritual
El placer está basado
tanto en la experiencia física como en el "significado" detrás de la
experiencia misma. Cuanto más significado tenga la experiencia física, mayor
placer obtendrás.
La Torá nos enseña que
debemos recitar una bendición de agradecimiento a YHWH, antes de disfrutar de
cualquier comida o bebida, o incluso al presenciar un fenómeno natural como por
ejemplo: Escuchar un trueno o ver un arco iris. Al decir una bendición tenemos
tiempo para reflexionar, para recordar que la vida es un grandioso regalo. Esto
puede transformar unas simples papas fritas en "un gran placer".
La espiritualidad judía
interactúa con lo mundano de una forma que lo eleva. Esa es la razón por la
cuál las ieshivot están localizadas en el centro de la ciudad, en medio de toda
la actividad comercial. Los judíos no nos retiramos de la vida, la elevamos. El
viernes en la noche, levantamos la copa de vino y la utilizamos - no para
embriagarnos - sino para hacer Kidush y santificar el Shabat. La
espiritualidad, dice el judaísmo, existe en la cocina, la oficina y también en
el dormitorio.
¿Cómo puedes saber si
estás obteniendo un simple placer físico o un placer espiritual más profundo?
Utiliza esta tabla para decidir:
El placer físico:
Te deja deprimido. Es
transitorio. Es un fin en si mismo. No es satisfactorio.
El placer
espiritual:
Es permanente.
Te da energía.
Es un medio, no un fin.
Te despierta.
Minimiza Para Maximizar
Normalmente, la gente
come hasta que no puede comer más. Pero el Shuljan Aruj, el Código Legal Judío,
nos enseña que debemos comer sólo dos tercios de nuestra capacidad. Desde un
punto de vista físico y metafísico es mucho más saludable frenar antes de que
el medidor diga lleno. Es mejor para tu estómago, para tu cintura y para tu
autoestima.
Para evitar el abuso,
decide de antemano: ¿Cuánto placer voy a obtener? Cuando no establecemos un
límite por adelantado, generalmente cruzamos la línea y nos arrepentimos. Nos
perdemos en la sensación inmediata, a expensas de cómo nos sentiremos después.
Entonces, pon un límite por adelantado. Después, apégate a él.
Antes de experimentar
un placer, pregúntate: ¿Qué es lo que espero obtener de esto? Durante la
actividad pregúntate: ¿Estoy obteniendo el placer que pretendo? Si no lo estás
obteniendo, no seas vicioso. Toma una decisión consciente. No te pierdas en una
bolsa de papas fritas.
Todo esto se aplica no
sólo a lo que comemos sino a cualquier otra cosa que nos da placer, como por
ejemplo ir al cine o asistir a un juego de béisbol. Tienes que saber cuándo es
suficiente.
Después de un tiempo,
este enfoque ante el placer físico se convierte en una segunda naturaleza, y
vas a estar orgulloso de tu poder sobre el mundo físico.
Cómo Hacer la Transición
La mejor forma de
sobreponerte a los malos hábitos es estar contento e involucrado en la vida.
Cuando la vida carece de sentido, uno está muy propenso a desarrollar una
imagen personal mala y a buscar placer. Por otro lado, si quieres lograr algo
en la vida será más fácil cortar tus malos hábitos. Cuando tu energía y
vitalidad están funcionando a su máxima capacidad, tu "poder de
voluntad" también lo hace.
Planea una estrategia.
Un itinerario de crecimiento de acuerdo a lo que esperas lograr y después ve
por más.
Una manera buena de
romper un mal hábito es contratar a un "nudnik" amigable. Pídele
a un amigo que te recuerde cada vez que comas más de una porción de pastel, o
que estés comiendo entre comidas - o revierte cualquier mal hábito que quieras.
Puedes inclusive
ponerte un sistema de multas. Dile al nudnik: "Si me ves comiéndome
las uñas, entonces te pagaré $10 dólares". Con una multa de $10 por
mordida, vas a romper tu mal hábito, o si no, ¡acabarás con tu cuenta de banco!
¿Por qué el
"Placer Físico" es un Ingrediente Para la sabiduría?
Desperdiciar
cualquier cosa en la vida es imprudente: desperdiciar placer es absurdo.
El cuerpo es para el
alma lo que el auto es para el conductor. Mantén al cuerpo sintiéndose bien,
para que el alma pueda captar lo que es la vida.
Aprecia que este mundo
es un "mundo de placer". Tómate el tiempo de obtener los placeres
verdaderos y duraderos.
Pagar por un placer y
no disfrutarlo es ilógico.
"Saber por qué
vives" es un placer muy grande que debes anhelar.
Ten cuidado, todo
material indulgente puede ser utilizado como un escape.
No
"necesites" el placer. Tómalo mientras lo puedas disfrutar, pero no
lo necesites. De otra forma estarás esclavizado.
Para obtener el máximo
de tus placeres, llénate de vitalidad y de sentido. Sé feliz con la vida.
Realmente no es fácil
obtener placer. Tienes que aprender cómo. Saborea tus placeres como un gourmet
para apreciarlos correctamente.
Los placeres nos hacen
sentir que es bueno estar vivo. Utiliza esta energía para vivir.
Tenemos que romper los
malos hábitos para obtener un placer real. Sé fuerte.
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