El sexo en su contexto apropiado es uno de los actos más sagrados que existen. El deseo sexual es un impulso muy poderoso, es el segundo más importante después del instinto de supervivencia.
El camino número 17 de
los caminos hacia la sabiduría nos enseña que se requiere "Miut derej eretz", lo que significa en hebreo "limitar la actividad sexual". Una persona sabia
sabe cómo controlar su impulso sexual – mientras que al mismo tiempo aprovecha
ese poder de una manera constructiva.
Si no controlamos
nuestra sexualidad nos causará mucho daño. Cuando nuestras hormonas nos están
controlando, no somos libres. La primera cosa que debemos hacer es decidir que
nuestra mente dirigirá nuestras acciones.
El Impulso del Sexo te Da Energía
El poder de
sobreponernos a grandes desafíos está dentro de nosotros. Sólo tenemos que
crear el estímulo apropiado para sacarlo a la superficie. La atracción física
es una manera de motivarte. La realidad es que el cuerpo humano produce energía
química en momentos de atracción sexual.
Haz que el impulso
sexual trabaje para ti. Un componente esencial es utilizarlo en base a una
estructura moral.
En el Contexto Matrimonial
Antes de casarte debes
saber de lo que se trata el matrimonio. ¿Es un contrato entre dos personas? ¿Un
romance largo? ¿Sexo legalizado? ¿Compañerismo? Ten cuidado: De acuerdo a cómo
definas el matrimonio, de la misma manera escogerás a tu cónyuge.
En la Torá, la
expresión utilizada para describir las relaciones sexuales es "Iadá" que significa "conocer".
("Y Adam conoció a su esposa Eva, y ella concibió y tuvo un hijo" –
Génesis 4:1). "Iadá" denota
que el sexo no es sólo un acto físico, sino una unión completamente emocional
entre dos personas.
El judaísmo define el
matrimonio como "encontrar a tu otra mitad". A
través del matrimonio, dos personas se conectan formando una sola entidad, de
esta manera se completan la una a la otra. El deseo sexual realmente es una
expresión de querer juntarnos íntimamente con nuestra "otra mitad" -
a través de la relación sexual expresamos esta unidad.
El matrimonio es el
contexto en donde aprendemos esto. Cuando el hombre y la mujer adquieren un
compromiso marital forman una conexión espiritual profunda. Se entregan
mutuamente y están comprometidos de por vida. El sexo nos une ya que nos enseña
a enfocarnos más allá de nosotros mismos.
Fuera del matrimonio el
sexo es frustrante ya que la unidad nunca puede lograrse. Esto es obvio en un
encuentro sexual a corto plazo, e inclusive en uno a largo plazo: Sin el
compromiso del matrimonio, siempre tienes la opción de dejar la relación. Como
resultado, el grado de conexión tiene una barrera. Eventualmente, se hace
presente la frustración y se desgastan las bases de la relación.
La Cábala del Sexo
Existe un nivel más
profundo en el sexo.
"El Cantar de los
Cantares", escrito por el Rey Salomón, es una canción de amor entre un
hombre y una mujer. Sin embargo, el Talmud lo llama "Sagrado de
sagrados" - el texto bíblico más sagrado. ¿Por qué? Porque el sexo es
realmente una expresión de nuestro profundo deseo de la suprema unidad, de
conectarnos con YHWH.
El versículo: "Yo soy para mi amado y mi amado es para mí" (Cantar de
los Cantares 6:3), se refiere a nuestro deseo de unidad con YHWH.
El judaísmo dice que el
sexo es uno de los actos más sagrados que existen. De hecho, la palabra hebrea
para la ceremonia nupcial -"kidushin" viene
de la palabra "kadosh", que
significa sagrado.
Esa es otra razón por
la cual el judaísmo dice que el sexo debe ser reservado para la unión
matrimonial. Porque no hay nada más placentero que disfrutar un placer físico
por una razón espiritual. Por esta razón, los Rabinos recomendaron que los
matrimonios tengan relaciones íntimas el viernes en la noche, Shabat, el día
más sagrado de la semana.
Tienes que ver la
intimidad como un acto espiritual. Esto le dará a tu relación sexual más
significado, y finalmente más placer.
No Exageres
Puesto que el sexo es
tan poderoso, te puede destruir. El sexo mal entendido es degradante. No tomes
algo que debe ser espiritual convirtiéndolo en un deseo animal.
No dejes que el sexo te
controle. Si estás viviendo por el sexo, entonces estás viviendo como un
animal.
Utiliza el sexo para
auto-disciplinarte. Cuanto más disciplinado seas con tus deseos, más capaz
serás de disfrutarlos, porque te conviertes en el dueño de ellos y no
viceversa.
La ilusión de todos
nuestros deseos es que cuanto más los sacies, más satisfecho estarás. Pero en
lo que se refiere a deseos, especialmente el sexual, cuanto más los alimentes
más querrás.
Inclusive en el
contexto del matrimonio, el exceso hace que la relación sea egoísta. El
equilibrio es esencial.
Escoge minimizarlo...
entonces sabrás que estás en control.
Evita Tentaciones Dañinas
Hay que cuidar las
cosas valiosas. No es coincidencia que mientras más promiscua y rebelde sea una
sociedad, existen más divorcios y más problemas en las relaciones.
Pero con el bombardeo
del sexo en la televisión - y en todos lados - ¿cómo podemos evitar ver el sexo
como algo barato, fácil y degradante?
Una de las mejores
maneras para evitar el abuso, es crear una barrera protectora. Si estás
haciendo una dieta para perder peso te alejas de lugares en los que se sirve
comida que engorda. De la misma forma, si quieres que tu mente y tus ojos estén
donde deben estar, evita ir a lugares donde encontrarás una tentación
constante.
Puedes evitar la
tentación al mantener tu mente ocupada en cosas que te interesan. Cuando tu
mente está inmersa en actividades intelectuales y creativas, estarás mucho
menos propenso a desviar tu mirada. "Ver a muchachas pasar" es la señal
principal de una mente ociosa.
Más aún, no pienses ni
tengas fantasías sexuales. Es destructivo y contraproducente. Gastar el poder
de tu cerebro en ilusiones es gastar tu potencial y también crea
"ficciones" que tú y tu pareja nunca podrán vivir.
¿Por qué
"Aprovechar el Poder de la Intimidad" es un Ingrediente Para la
Sabiduría?
La manera en la cual te
relaciones con el sexo será el barómetro que medirá cuánto estás en control de
tus deseos.
Inclusive en el acto
mismo la persona tiene que estar conciente de las responsabilidades hacia su
cónyuge.
El sexo es un acto
sagrado de unión que nos ayuda a elevarnos hacia una conexión con YHWH.
El sexo genera un lazo
eterno.
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