Imagina que acabas de
comprar un nuevo coche deportivo y lo estás sacando por primera vez. Mientras
te acercas al semáforo, éste cambia a color amarillo, así que bajas la
velocidad cuidadosamente y te detienes. De repente, alguien te choca por atrás.
Y como si esto no fuera suficiente el mismo conductor retrocede y te vuelve a
chocar. ¡Ahora estás furioso! ¡Tu precioso y flamante coche deportivo que te
costó un año de salario!
Saltas enfadado listo
para saldar cuentas con la persona... cuando de pronto un tipo enorme de dos
metros de alto sale del coche.
"Eee... disculpe
señor", empiezas con un tono mucho más bajo que el que originalmente
pensabas utilizar. "Parece que accidentalmente le pegó a mi coche, ¿está
usted bien? ¿Tiene seguro?"
¿Cómo se te fue el
enojo tan rápido?
En un nivel intelectual
entendemos que el enojo es contraproducente. Poseemos el poder de controlar
nuestras emociones. No importa cuán grave sea la situación podemos poner el
enojo a un lado y actuar civilmente. Especialmente cuando estamos frente a un
mastodonte de dos metros.
El camino número 22 de
los 48 caminos hacia la sabiduría es “Erej hapaim” que significa “lentitud en el enojo”. Este concepto
literalmente se debería traducir como: "Amplias
fosas nasales". ¿Te das cuenta cómo las fosas nasales de una persona
se elevan cuando está enojado? Una herramienta para llevar una vida saludable
es conquistar esta frustración.
Una persona enojona
actúa como un animal salvaje. Deja a un lado toda la moderación. Puede cerrar
la puerta y gritar obscenidades. Está ciego a las consecuencias de sus
acciones. Se ha dejado llevar por la frustración.
El primer paso para
controlar el enojo es reconocer cuán contraproductivo es. Cuando sientas que la
frustración está creciendo, y una voz interna te dice: "Vamos a gritarle a
esa persona hasta que se escuche del otro lado del mundo", pregúntate:
"¿Qué beneficio tendré? Sólo me avergonzaré a mí mismo".
Si pudiéramos ver un
vídeo de nosotros mismos al enojarnos, la humillación nos podría curar del
enojo por el resto de nuestras vidas.
Nunca
Renuncies a Causa de la Frustración
¿Alguna vez has querido
aprender una nueva habilidad - como un lenguaje diferente o un instrumento
musical y después renunciaste?
"Renunciar"
es otra forma de dejarte llevar por la frustración. Aprecia que este es un
mundo difícil y tenemos que ser persistentes para poder lograr algo. A la mitad
nunca voltees para atrás. Sigue hasta el final.
Considera cuántos
proyectos empezaste y desechaste porque te frustraste y perdiste la paciencia.
Haz una lista de las cosas que empezaste y desechaste porque parecían muy
difíciles. Ahora calcula la decepción y la pérdida que sufriste al no aceptar
la frustración.
¿Cómo reparamos esta
falta? Mira la lista de las cosas a las que has renunciado. Escoge una y decide
llevarla a cabo. Y por el resto de tu vida una vez que decidas realizar algo,
nunca renuncies. (A menos que estés objetivamente seguro de que "no vale la pena", por ejemplo
calculaste equivocadamente la cantidad de esfuerzo requerido en relación al
pago final).
Cada noche antes de
irte a dormir chequea: ¿Dónde gane y dónde perdí?
Pérdida
de Confianza
Además del resultado
obvio de renunciar (no lograr tu objetivo) existe una consecuencia terrible:
Una pérdida de confianza personal. Si renunciamos una vez, la próxima vez que
planeemos un proyecto no vamos a confiar en nuestra habilidad para llevarlo a
cabo.
Para darte cuenta de lo
destructivo que puede ser este patrón haz una lista de los proyectos que alguna
vez pensaste, pero que nunca empezaste porque nunca creíste que podrías lograr.
Ve cuán poca credibilidad tienes en tus ojos. ¡Después de unos cuantos fracasos
tú obviamente esperas que siga pasando!
Si alguien deja de
creer en si mismo, ha tocado un punto sin salida. Cuando llegas a este punto
comienzas a aceptar la idea de que está bien ser mediocre. Esa es una actitud
autodestructiva.
Resuelve eso. De hoy en
adelante, cuando sea que consideres un proyecto siéntate y date cuenta de
cuanto tiempo, energía y esfuerzo te llevará hacerlo. Después decide si vale la
pena o no. Si concluyes que sí, entonces empieza con confianza - y no te
permitas renunciar a menos que ocurra algo fuera de tu control.
Cuando algo se torne
difícil y una voz diga: "¡No vale la
pena!", dite a ti mismo: "¡Sí
vale la pena!".
Al seguir adelante no
sólo realizas el trabajo, sino que construyes una confianza personal – lo cual
es una razón suficiente para seguir adelante con el proyecto.
Sólo
Cinco Minutos Más
La frustración puede
resultar de una falta de progreso a la velocidad deseada. En circunstancias
como estas, es importante monitorear tu éxito, inclusive que sean sólo
incrementos microscópicos. El lograr algo te ayudará a sentirte bien sobre ti
mismo.
Para no renunciar,
hazte trampa a ti mismo: Una maratón de tres horas puede ser casi imposible
correr, pero 10 vueltas de 18 minutos cada una es más razonable. Programa
objetivos pequeños y realizables. Después, cuando estés en el corazón del
proyecto y sientes que ya no podrás seguir, sólo dite a ti mismo: "otros cinco minutos y luego
renuncio".
Cuando se acaben los
cinco minutos puedes regatear otros cinco minutos.
La frustración es mucho
más fácil de soportar en dosis pequeñas. Si estás luchando con una dieta,
decide que sólo por "hoy" vas a quedarte con la lechuga y la avena.
¡Mañana vas a darte el lujo de comer una carne grasosa con papas fritas! Esto
ayudará a tu cuerpo a resistir hasta que logres tus objetivos.
En la espiritualidad,
los Sabios dicen: "Si trabajas y no
tienes éxito significa que no has trabajado lo suficiente". Incluso
que no haya garantías en otras áreas, sí existe una garantía en el éxito
espiritual. Ese conocimiento ayuda a construir confianza.
Y no importa el
resultado, cada paso exitoso indudablemente mejora la confianza en ti mismo y
te mantiene en el camino hacia el éxito.
La
Frustración de Perder Tiempo
La gente podrá decir:
"Lo único que quiero hacer es tomarme unas vacaciones y echarme al
sol". Pero, ¿qué ocurre después de unas cuantas horas de estar sentados en
la playa, pensando, "Ahh... esto es vida"? Empiezas a sentirte
inquieto e incómodo. Empiezas a ver qué cosa constructiva puedes hacer. Después
de dos días en la playa, ¡ya no sabes que hacer!
La frustración más
grande es perder el tiempo. Cuando estás parado en la línea de un banco, viendo
tu día pasar mientras tienes muchas cosas que hacer, esa es una frustración
inmensa.
El hecho de renunciar
también es una fuente importante de perder tiempo. Si invertimos en un proyecto
y después no vemos su realización, perdimos mucho tiempo.
Elohim creó la
frustración para motivarnos a realizar algo con nuestras vidas.
La
Vida es un Desafío
¿Es razonable asumir
que nunca experimentarás frustración y que tu vida será muy fácil? ¡Para nada!
En el libro de
Proverbios, el Rey Salomón dice: "La
persona justa cae siete veces y luego se levanta. La persona malvada sólo cae
una". Vemos que la persona justa no se define como alguien que nunca
comete un error. La persona que logró obtener grandeza es aquella que se
levanta una y otra vez, que ve la frustración sólo como una molestia pasajera y
que por lo tanto nunca se rinde. De hecho, ¡el caer siete veces puede ser
precisamente la forma en la que se hizo grande!
Tienes que distinguir
entre lo que "esperas que pase"
y lo que "probablemente pasará".
La vida inevitablemente tiene altos y bajos –momentos de relajación y tiempos
de tensión. Cuando empieces a aceptar esta realidad, vas a estar un paso más
cerca de ser capaz de lidiar con la frustración de una forma más sana.
La próxima vez que
surja la frustración sólo recuerda: "¡Así es la vida!".
Tomando
las Cosas Sin Alterarse
La alegría es una de
las herramientas más grandes para eliminar el enojo y la frustración. Si
estamos tristes, entonces tenemos menos paciencia y tolerancia para todo y para
todos.
Ayer, cuando alguien
pisó tu pie, probablemente le dijiste: "¡fíjate por donde caminas!".
Pero vamos a decir que hoy te sacaste la lotería y alguien piso tu pie.
"No hay problema amigo", le dices con una sonrisa. "Qué tengas
un buen día".
¿Por qué la diferencia?
Sentirte relajado, seguro y elevado mantiene a la frustración y al enojo en
jaque, aparte de que tu salud física se ve beneficiada; menos úlceras, menos
presión sanguínea alta, etcétera...
¡Pero no debes esperar
hasta ganar la lotería para hacer esto!
Disfrutando
de la Frustración
Tolerar la frustración
es una manera de lidiar con ella. Un nivel más elevado - generalmente
característico de aquellos que llegan a la grandeza - es decidir amar a la
frustración y trabajar con ella.
Si piensas en eso,
verás que muy dentro de ti realmente "amas la frustración". Imagínate
ir a comprar un rompecabezas de 1000 piezas. Lo traes a casa, abres la caja y descubres
que todas las piezas están numeradas y en orden. ¡Te pone furioso! ¿Por qué?
Porque pagaste una buena cantidad de dinero por una caja de frustración y te
quitaron el desafío.
La vida es como un
rompecabezas. Cuando tienes un problema complejo primero trata de construir un
marco, un sentido general de cómo quieres que esto se resuelva finalmente.
Después ve cómo resolverás el problema, pieza por pieza.
En la vida diaria
obtenemos regocijo a través del esfuerzo y el dolor. Tantas cosas sólo se
pueden lograr por medio de la lucha. Ya sea dar a luz un bebé o tener éxito en
la carrera. Aceptamos ciertos dolores como un precio que vale la pena pagar por
el placer obtenido.
En verdad, cuánto más
grande el desafío, más alto nos podemos elevar al superarlo. Considera una
persona muy enferma cuyo sufrimiento es intolerable. Puede decidir no dejar que
el sufrimiento le robe aún más calidad de vida. Puede decidir trabajar con el
dolor en lugar de ponerse contra él. En el momento de la decisión se reduce
notablemente el sufrimiento y aunque no lo reduzca físicamente, al menos lo
hará espiritualmente.
Creyendo
Que lo Puedes Hacer
Hay dos tipos de
problemas: Aquellos que sabes que pueden ser resueltos y aquellos que no estás
seguro si pueden ser resueltos o no.
El primer tipo es
obviamente mucho más fácil de manejar. Cuando sabes que puede ser realizable
tienes más ganas de luchar contra la frustración.
Siempre trata de mover
tus problemas a la categoría "sabida" de la frustración. Cuando
primero aprendiste a andar en una bicicleta probablemente tenías miedo de
caerte y romperte la cabeza. Pero observaste a tu alrededor y viste a los otros
niños que no perdían el equilibrio. Ver a otros tener éxito te da confianza
para realizarlo. (¡Y si nunca hubieras visto a alguien andar en un uniciclo
pensarías que es totalmente imposible!).
Deshazte de la actitud
de "no puedo hacerlo". Eso
te gana y te exime de inclusive no intentarlo.
La sabiduría es una de
las cosas más difíciles de obtener, y por lo tanto está sujeta a muchas
frustraciones. La próxima vez que te atores, mira a otros que han tenido éxito.
Sabemos que si ellos lo pudieron lograr, entonces nosotros también podremos. Y
creyendo eso ya hemos ganado la mitad de la batalla.
YHWH
Provee el Desafío
Hay un aspecto
metafísicamente más profundo de la frustración: El Señor nunca le presenta a
una persona un desafío que no pueda superar. Esto pone a cada desafío en la
categoría de "realizable". Como un entrenador de atletismo, El Señor
no va a levantar la vara más alto de lo que podemos saltar, porque eso nos
haría fracasar. Y Él quiere desesperadamente que tengamos éxito.
Similarmente, para
aquellos que creen que YHWH le habló a la humanidad en el monte Sinai, y le dio
al pueblo judío la Torá, todos los problemas se mueven a la categoría
"sabida" de la frustración. Si Elohim nos dijo que estamos obligados
a ayudar a la humanidad, a trabajar en conjunto y a amarnos unos a los otros,
eso significa que puede ser realizable. YHWH no es sádico. Si no puede ser
realizable, no nos hubiera ordenado hacerlo.
Es por eso que el
judaísmo sostiene que el enojo es equivalente a la idolatría. Porque decir
"no puedo hacerlo", es como decir que Elohim no está involucrado en
nuestras vidas. "No puedo" significa que YHWH no me puede ayudar y
eso es idolatría.
La vida no tiene
problemas, sino oportunidades.
¿Por Qué
"Conquistar La Frustración" es un Ingrediente Para La Sabiduría?
Los que renuncian nunca
ganan, y los ganadores nunca se rinden. Perder tu temperamento simplemente
significa que te das por vencido fácilmente.
Cuando renuncias a
causa de la frustración pierdes credibilidad y confianza en ti mismo. Adopta el
lema: "Voy a sobreponerme a la
frustración".
La mejor manera de
lidiar con la frustración es aceptarla como un desafío, y amarla.
Enfócate en tu
progreso, aunque sea muy pequeño, y obtén placer en cada paso del camino.
El enojo es llamado
idolatría porque estamos escuchando órdenes del jefe equivocado.
La vida es difícil y el
camino hacia la grandeza está pavimentado con frustración. No puedes llegar al
cielo con patines.
Cuando sabemos que Elohim
provee el desafío, entonces sabemos que podemos lograrlo.
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