sábado, 1 de septiembre de 2012

Camino #22: Conquistando la Frustración




Imagina que acabas de comprar un nuevo coche deportivo y lo estás sacando por primera vez. Mientras te acercas al semáforo, éste cambia a color amarillo, así que bajas la velocidad cuidadosamente y te detienes. De repente, alguien te choca por atrás. Y como si esto no fuera suficiente el mismo conductor retrocede y te vuelve a chocar. ¡Ahora estás furioso! ¡Tu precioso y flamante coche deportivo que te costó un año de salario!
Saltas enfadado listo para saldar cuentas con la persona... cuando de pronto un tipo enorme de dos metros de alto sale del coche.
"Eee... disculpe señor", empiezas con un tono mucho más bajo que el que originalmente pensabas utilizar. "Parece que accidentalmente le pegó a mi coche, ¿está usted bien? ¿Tiene seguro?"
¿Cómo se te fue el enojo tan rápido?
En un nivel intelectual entendemos que el enojo es contraproducente. Poseemos el poder de controlar nuestras emociones. No importa cuán grave sea la situación podemos poner el enojo a un lado y actuar civilmente. Especialmente cuando estamos frente a un mastodonte de dos metros.
El camino número 22 de los 48 caminos hacia la sabiduría es  “Erej hapaim” que significa “lentitud en el enojo”. Este concepto literalmente se debería traducir como: "Amplias fosas nasales". ¿Te das cuenta cómo las fosas nasales de una persona se elevan cuando está enojado? Una herramienta para llevar una vida saludable es conquistar esta frustración.
Una persona enojona actúa como un animal salvaje. Deja a un lado toda la moderación. Puede cerrar la puerta y gritar obscenidades. Está ciego a las consecuencias de sus acciones. Se ha dejado llevar por la frustración.
El primer paso para controlar el enojo es reconocer cuán contraproductivo es. Cuando sientas que la frustración está creciendo, y una voz interna te dice: "Vamos a gritarle a esa persona hasta que se escuche del otro lado del mundo", pregúntate: "¿Qué beneficio tendré? Sólo me avergonzaré a mí mismo".
Si pudiéramos ver un vídeo de nosotros mismos al enojarnos, la humillación nos podría curar del enojo por el resto de nuestras vidas.

Nunca Renuncies a Causa de la Frustración
¿Alguna vez has querido aprender una nueva habilidad - como un lenguaje diferente o un instrumento musical y después renunciaste?
"Renunciar" es otra forma de dejarte llevar por la frustración. Aprecia que este es un mundo difícil y tenemos que ser persistentes para poder lograr algo. A la mitad nunca voltees para atrás. Sigue hasta el final.
Considera cuántos proyectos empezaste y desechaste porque te frustraste y perdiste la paciencia. Haz una lista de las cosas que empezaste y desechaste porque parecían muy difíciles. Ahora calcula la decepción y la pérdida que sufriste al no aceptar la frustración.
¿Cómo reparamos esta falta? Mira la lista de las cosas a las que has renunciado. Escoge una y decide llevarla a cabo. Y por el resto de tu vida una vez que decidas realizar algo, nunca renuncies. (A menos que estés objetivamente seguro de que "no vale la pena", por ejemplo calculaste equivocadamente la cantidad de esfuerzo requerido en relación al pago final).
Cada noche antes de irte a dormir chequea: ¿Dónde gane y dónde perdí?

Pérdida de Confianza
Además del resultado obvio de renunciar (no lograr tu objetivo) existe una consecuencia terrible: Una pérdida de confianza personal. Si renunciamos una vez, la próxima vez que planeemos un proyecto no vamos a confiar en nuestra habilidad para llevarlo a cabo.
Para darte cuenta de lo destructivo que puede ser este patrón haz una lista de los proyectos que alguna vez pensaste, pero que nunca empezaste porque nunca creíste que podrías lograr. Ve cuán poca credibilidad tienes en tus ojos. ¡Después de unos cuantos fracasos tú obviamente esperas que siga pasando!
Si alguien deja de creer en si mismo, ha tocado un punto sin salida. Cuando llegas a este punto comienzas a aceptar la idea de que está bien ser mediocre. Esa es una actitud autodestructiva.
Resuelve eso. De hoy en adelante, cuando sea que consideres un proyecto siéntate y date cuenta de cuanto tiempo, energía y esfuerzo te llevará hacerlo. Después decide si vale la pena o no. Si concluyes que sí, entonces empieza con confianza - y no te permitas renunciar a menos que ocurra algo fuera de tu control.
Cuando algo se torne difícil y una voz diga: "¡No vale la pena!", dite a ti mismo: "¡Sí vale la pena!".
Al seguir adelante no sólo realizas el trabajo, sino que construyes una confianza personal – lo cual es una razón suficiente para seguir adelante con el proyecto.

Sólo Cinco Minutos Más
La frustración puede resultar de una falta de progreso a la velocidad deseada. En circunstancias como estas, es importante monitorear tu éxito, inclusive que sean sólo incrementos microscópicos. El lograr algo te ayudará a sentirte bien sobre ti mismo.
Para no renunciar, hazte trampa a ti mismo: Una maratón de tres horas puede ser casi imposible correr, pero 10 vueltas de 18 minutos cada una es más razonable. Programa objetivos pequeños y realizables. Después, cuando estés en el corazón del proyecto y sientes que ya no podrás seguir, sólo dite a ti mismo: "otros cinco minutos y luego renuncio".
Cuando se acaben los cinco minutos puedes regatear otros cinco minutos.
La frustración es mucho más fácil de soportar en dosis pequeñas. Si estás luchando con una dieta, decide que sólo por "hoy" vas a quedarte con la lechuga y la avena. ¡Mañana vas a darte el lujo de comer una carne grasosa con papas fritas! Esto ayudará a tu cuerpo a resistir hasta que logres tus objetivos.
En la espiritualidad, los Sabios dicen: "Si trabajas y no tienes éxito significa que no has trabajado lo suficiente". Incluso que no haya garantías en otras áreas, sí existe una garantía en el éxito espiritual. Ese conocimiento ayuda a construir confianza.
Y no importa el resultado, cada paso exitoso indudablemente mejora la confianza en ti mismo y te mantiene en el camino hacia el éxito.

La Frustración de Perder Tiempo
La gente podrá decir: "Lo único que quiero hacer es tomarme unas vacaciones y echarme al sol". Pero, ¿qué ocurre después de unas cuantas horas de estar sentados en la playa, pensando, "Ahh... esto es vida"? Empiezas a sentirte inquieto e incómodo. Empiezas a ver qué cosa constructiva puedes hacer. Después de dos días en la playa, ¡ya no sabes que hacer!
La frustración más grande es perder el tiempo. Cuando estás parado en la línea de un banco, viendo tu día pasar mientras tienes muchas cosas que hacer, esa es una frustración inmensa.
El hecho de renunciar también es una fuente importante de perder tiempo. Si invertimos en un proyecto y después no vemos su realización, perdimos mucho tiempo.
Elohim creó la frustración para motivarnos a realizar algo con nuestras vidas.

La Vida es un Desafío
¿Es razonable asumir que nunca experimentarás frustración y que tu vida será muy fácil? ¡Para nada!
En el libro de Proverbios, el Rey Salomón dice: "La persona justa cae siete veces y luego se levanta. La persona malvada sólo cae una". Vemos que la persona justa no se define como alguien que nunca comete un error. La persona que logró obtener grandeza es aquella que se levanta una y otra vez, que ve la frustración sólo como una molestia pasajera y que por lo tanto nunca se rinde. De hecho, ¡el caer siete veces puede ser precisamente la forma en la que se hizo grande!
Tienes que distinguir entre lo que "esperas que pase" y lo que "probablemente pasará". La vida inevitablemente tiene altos y bajos –momentos de relajación y tiempos de tensión. Cuando empieces a aceptar esta realidad, vas a estar un paso más cerca de ser capaz de lidiar con la frustración de una forma más sana.
La próxima vez que surja la frustración sólo recuerda: "¡Así es la vida!".

Tomando las Cosas Sin Alterarse
La alegría es una de las herramientas más grandes para eliminar el enojo y la frustración. Si estamos tristes, entonces tenemos menos paciencia y tolerancia para todo y para todos.
Ayer, cuando alguien pisó tu pie, probablemente le dijiste: "¡fíjate por donde caminas!". Pero vamos a decir que hoy te sacaste la lotería y alguien piso tu pie. "No hay problema amigo", le dices con una sonrisa. "Qué tengas un buen día".
¿Por qué la diferencia? Sentirte relajado, seguro y elevado mantiene a la frustración y al enojo en jaque, aparte de que tu salud física se ve beneficiada; menos úlceras, menos presión sanguínea alta, etcétera...
¡Pero no debes esperar hasta ganar la lotería para hacer esto!

Disfrutando de la Frustración
Tolerar la frustración es una manera de lidiar con ella. Un nivel más elevado - generalmente característico de aquellos que llegan a la grandeza - es decidir amar a la frustración y trabajar con ella.
Si piensas en eso, verás que muy dentro de ti realmente "amas la frustración". Imagínate ir a comprar un rompecabezas de 1000 piezas. Lo traes a casa, abres la caja y descubres que todas las piezas están numeradas y en orden. ¡Te pone furioso! ¿Por qué? Porque pagaste una buena cantidad de dinero por una caja de frustración y te quitaron el desafío.
La vida es como un rompecabezas. Cuando tienes un problema complejo primero trata de construir un marco, un sentido general de cómo quieres que esto se resuelva finalmente. Después ve cómo resolverás el problema, pieza por pieza.
En la vida diaria obtenemos regocijo a través del esfuerzo y el dolor. Tantas cosas sólo se pueden lograr por medio de la lucha. Ya sea dar a luz un bebé o tener éxito en la carrera. Aceptamos ciertos dolores como un precio que vale la pena pagar por el placer obtenido.
En verdad, cuánto más grande el desafío, más alto nos podemos elevar al superarlo. Considera una persona muy enferma cuyo sufrimiento es intolerable. Puede decidir no dejar que el sufrimiento le robe aún más calidad de vida. Puede decidir trabajar con el dolor en lugar de ponerse contra él. En el momento de la decisión se reduce notablemente el sufrimiento y aunque no lo reduzca físicamente, al menos lo hará espiritualmente.

Creyendo Que lo Puedes Hacer
Hay dos tipos de problemas: Aquellos que sabes que pueden ser resueltos y aquellos que no estás seguro si pueden ser resueltos o no.
El primer tipo es obviamente mucho más fácil de manejar. Cuando sabes que puede ser realizable tienes más ganas de luchar contra la frustración.
Siempre trata de mover tus problemas a la categoría "sabida" de la frustración. Cuando primero aprendiste a andar en una bicicleta probablemente tenías miedo de caerte y romperte la cabeza. Pero observaste a tu alrededor y viste a los otros niños que no perdían el equilibrio. Ver a otros tener éxito te da confianza para realizarlo. (¡Y si nunca hubieras visto a alguien andar en un uniciclo pensarías que es totalmente imposible!).
Deshazte de la actitud de "no puedo hacerlo". Eso te gana y te exime de inclusive no intentarlo.
La sabiduría es una de las cosas más difíciles de obtener, y por lo tanto está sujeta a muchas frustraciones. La próxima vez que te atores, mira a otros que han tenido éxito. Sabemos que si ellos lo pudieron lograr, entonces nosotros también podremos. Y creyendo eso ya hemos ganado la mitad de la batalla.

YHWH Provee el Desafío
Hay un aspecto metafísicamente más profundo de la frustración: El Señor nunca le presenta a una persona un desafío que no pueda superar. Esto pone a cada desafío en la categoría de "realizable". Como un entrenador de atletismo, El Señor no va a levantar la vara más alto de lo que podemos saltar, porque eso nos haría fracasar. Y Él quiere desesperadamente que tengamos éxito.
Similarmente, para aquellos que creen que YHWH le habló a la humanidad en el monte Sinai, y le dio al pueblo judío la Torá, todos los problemas se mueven a la categoría "sabida" de la frustración. Si Elohim nos dijo que estamos obligados a ayudar a la humanidad, a trabajar en conjunto y a amarnos unos a los otros, eso significa que puede ser realizable. YHWH no es sádico. Si no puede ser realizable, no nos hubiera ordenado hacerlo.
Es por eso que el judaísmo sostiene que el enojo es equivalente a la idolatría. Porque decir "no puedo hacerlo", es como decir que Elohim no está involucrado en nuestras vidas. "No puedo" significa que YHWH no me puede ayudar y eso es idolatría.
La vida no tiene problemas, sino oportunidades.
¿Por Qué "Conquistar La Frustración" es un Ingrediente Para La Sabiduría?
Los que renuncian nunca ganan, y los ganadores nunca se rinden. Perder tu temperamento simplemente significa que te das por vencido fácilmente.
Cuando renuncias a causa de la frustración pierdes credibilidad y confianza en ti mismo. Adopta el lema: "Voy a sobreponerme a la frustración".
La mejor manera de lidiar con la frustración es aceptarla como un desafío, y amarla.
Enfócate en tu progreso, aunque sea muy pequeño, y obtén placer en cada paso del camino.
El enojo es llamado idolatría porque estamos escuchando órdenes del jefe equivocado.
La vida es difícil y el camino hacia la grandeza está pavimentado con frustración. No puedes llegar al cielo con patines.
Cuando sabemos que Elohim provee el desafío, entonces sabemos que podemos lograrlo.