sábado, 26 de mayo de 2012

Camino #14 Instrucciones escritas para la vida




El pueblo judío tiene tanto una serie de "instrucciones escritas para vivir" como una serie de "instrucciones orales para vivir". Las instrucciones escritas se llaman: Tanaj, y las instrucciones orales se llaman: Talmud.
El camino número 14 de los 48 caminos hacia la sabiduría es: "be-mikré", es decir, "el estudio de las instrucciones escritas".

La Biblia tiene tres partes, con un total de 24 libros:

Torá - los cinco libros de Moshé, que fueron revelados al pueblo judío por YHWH en el monte Sinai.

Los Profetas - YHWHW habló con varios profetas (Isaías, Jeremías, Ezequiel) - quienes transmitieron mensajes importantes al pueblo judío.

Los Escritos - que incluyen los libros de Proverbios, Salmos, el libro de Esther y otras enseñanzas inspiradoras.

Sin tomar en cuenta si uno cree o no en la Divinidad de estos textos, el hecho es, que muchas cosas de la sociedad occidental están basadas en ideales de la Torá. La Biblia introdujo al mundo conceptos como la libertad, la igualdad de derechos, tolerancia, educación universal, caridad, amor a tu prójimo, etc.
Más aún, los rabinos enseñan que la Torá es algo así como los "planos de la creación", así como los planos de un edificio, lo cual significa que cualquier cosa que quieras saber sobre la vida lo puedes encontrar en la Torá. Lo único que tienes que hacer es buscar y preguntar adecuadamente.
Cuando estudiamos Torá, no estamos estudiando un texto abstracto del mundo antiguo, pasado de moda. Estamos estudiando la manera en que YHWH quiere que vivamos en la tierra. De hecho, nos inmiscuimos en el texto para descubrir la esencia del judaísmo, que es la esencia de nosotros mismos.
Todos deberían estudiar Torá profundamente, aunque sea una vez en la vida.
Después de todo, ¡es el libro más vendido de todos los tiempos!

Comunicación Intergaláctica
Imagina que estás por recibir un mensaje del espacio. Puede ser que no entiendas el significado del mensaje, pero igual estarías fascinado. ¿Qué es lo que harías? ¡Las escribirías... y después las estudiarías!
De esta misma manera, no debes determinar que un párrafo de Torá es irrelevante sólo porque al principio no le encuentras sentido alguno. Es increíble como mucha gente está dispuesta a desacreditar el valor de la Torá inclusive sin haber hecho el esfuerzo de estudiarla.
Mira más profundamente lo que te está diciendo cada sección de la Torá, tanto cuando los mensajes parecen obvios como cuando no. Si algo en la Torá no es claro, sigue preguntando, buscando, escarbando.
Discútelo con otra gente. Averigua lo que realmente significa. Pregunta: "¿Cuál es el mensaje y cómo lo vivo?".
Y que no se te olvide... aprender hebreo. No hay forma de entender correctamente la Torá cuando está traducida. ¡Sociedades enteras han mal interpretado la Biblia debido a malas traducciones!
Por ejemplo, la Torá utiliza diez diferentes Nombres para referirse a YHWH. Estos Nombres no se refieren a diferentes dioses, sino que, por el contrario, se refieren a diferentes aspectos de YHWH. Cada "Nombre" nos enseña algo único, pero en otro idioma están todos traducidos de la misma forma, y así se pierde mucha profundidad en el entendimiento.

El Tesoro Nacional
Lee la Biblia inteligentemente. Presta atención. La Torá no está relatando sólo historia y cuentos. Por el contrario, es "Torat-Jaim" - literalmente: "Instrucciones para la vida". Por esta razón, cada detalle contenido en ella es en si mismo un mensaje de cómo uno debe incrementar el valor y la calidad de su vida.
Todas las historias y mandamientos son mensajes filosóficos, que esperan ser revelados por una mente intelectualmente activa. Este es el enfoque que debemos tener al estudiar Torá. Si el mensaje es obvio, revisa debajo de la superficie. Si parece fuera de lo común, identifica el principio básico que debes aprender de eso.
Por ejemplo, en Génesis 18, Abraham está a la mitad de una conversación con YHWH, cuando tres "extraños" pasan por su tienda. Inmediatamente Abraham corre a servir a los huéspedes. Ahora bien, ¿¡tiene sentido que haya dejado de hablar con YHWH para ir a ayudar a extraños!?
De aquí aprendemos un principio muy profundo para la vida: es más importante "ser" como YHWH, es decir, preocuparte por las necesidades de los demás, que hablar con YHWH (o tener una experiencia espiritual).
Cada frase de la Torá tiene un significado infinito, no importa cuán insignificante parezca superficialmente. Fechas, nombres, números, eventos y linajes están ahí para enseñarnos algo. El diluvio, la torre de Babel, la división del Mar de los Juncos - todos estos eventos contienen la sabiduría más profunda de la vida. La Torá es nuestro tesoro nacional. ¡Revísalo!

La Torá: Herramientas Para Adquirir Grandeza
Todos quieren grandeza. Pero, ¿qué dirías si pudieras ser tan grande como YHWH? ¡Luchar por este objetivo es en realidad uno de los 613 mandamientos!
¿Cómo llegas a eso?
Léela. Si todavía no has aprendido a leer hebreo, ve a una librería judía y cómprate una buena traducción.
Estúdiala. Observa lo que YHWH nos dijo acerca de la vida. No esperes hasta que tu vida esté casi acabada.
Entiéndela. Haz preguntas hasta que entiendas el mensaje que contiene.
Compara cualquier aparente contradicción y resuélvela. No existen diferencias "accidentales".
Organízala. La sabiduría solamente es útil cuando la tienes en tus manos. La Torá debe ser tu enciclopedia, almanaque e índice para vivir.
Repásala, para poder recordarla.
Intégrala. Haz que las ideas sean parte de tu realidad. Estudia las instrucciones y aplica los principios a tu vida. ¡Constantemente!
Profundízala. Intenta llegar cada vez a un nivel más profundo. La sabiduría de la Torá es infinitamente profunda.

Nunca Dejes de Estudiar
Tu educación académica puede haber acabado, pero el estudio de la vida debe seguir por siempre. Cada idea y entendimiento nuevo es otro nivel de crecimiento. Puede ser que llegue el momento en el que seas igual de bueno que un "profesional". Pero en la vida nunca llegarás a ser "bueno" - porque una vez que lo eres, puedes hacerte "buenísimo".
La primera oración que se le enseña a un niño es: "Torá tzivá lanu Moshé, morashá kehilat Iaacov" - "la Torá fue ordenada a nosotros por medio de Moshé y es la herencia de cada judío". La Torá fue ideada para todos. No está en el dominio de una clase privilegiada. Por el contrario, es un documento vivo que respira, es la sangre que le da vida al pueblo judío. Es importante e indispensable que en todo momento nos involucremos personalmente en su estudio y práctica. Como está escrito: "Pensarás en ella día y noche" (Iehoshúa 1:8).
El estudio de Torá es reconocido como la mitzvá más importante, porque abre la puerta para la observancia de otras mitzvot. Como dice el Talmud (Shabat 127a): "El estudio de Torá es igual a la suma de todas las otras mitzvot".
Rabí Akiva, en el Talmud, plantea que esperar que un judío viva sin Torá es como esperar que un pez viva sin agua.
Repasa la porción semanal de la Torá dos veces: Una vez solo y otra vez escúchala en la sinagoga en Shabat. Haz preguntas. Continúa estudiando toda tu vida.

¡El Tiempo Para Estudiar Es Ahora!
Maimónides escribe (Mishné Torá, Leyes del Estudio de Torá 3:7):
Probablemente uno dice: "Voy a posponer mis estudios hasta que haya hecho dinero, y después regresaré y estudiaré. Voy a posponer mis estudios hasta que compre lo que necesito y piense menos en mi negocio y después regresaré y estudiaré".
Si piensas así, nunca tendrás el mérito de adquirir la corona de la Torá. Por el contrario, haz de tu trabajo algo temporal y de tu estudio algo permanente. No digas: "Cuando tenga tiempo voy a estudiar", porque puede ser que nunca tendrás tiempo libre".
Hay gente que utiliza la excusa: "Estoy demasiado viejo para empezar a estudiar". Pero el estudioso del Talmud, Rabí Akiva, empezó a estudiar el Alef-Bet a los 40 años. El mismo Rabí Akiva llegó a ser el más grande de su generación y tuvo 24,000 alumnos.
Hay gente que le cuesta trabajo empezar a estudiar porque no se imagina convirtiéndose en un estudioso, entonces se pregunta, "¿para qué empezar?". Pero esa es una manera errónea de pensar. Cada gota de Torá es preciosa y eterna.

¿Por Qué La Torá Escrita es un Ingrediente Para la Sabiduría?

La Torá es el libro que cambió al mundo - ¿cómo podemos no leerla?
El propósito de los Profetas es recordarnos que debemos vivir una vida con Torá.
Las Escrituras enfatizan el mensaje de YHWH en un estilo poético. Es una ventana inspiradora de Elohim para el mundo.
La Torá está tan fresca como hace 3,500 años.
Estudiar es una meta constante. Mientras vas madurando y tu conciencia de la realidad incrementa, podrás ir entendiendo los conceptos que pensaste que sabías bien.
La Torá te ayudará a encontrar tu propia esencia.
No saldrías a la carretera sin un mapa. Al andar por la vida, no dejes la Torá atrás.




Camino # 13 Analiza tus decisiones




Los seres humanos tienden a perder la paciencia cuando se trata de tomar decisiones. Frecuentemente queremos resultados inmediatos. Una persona puede tomar una decisión precipitada - para bien o para mal - sólo para sacarse el peso de encima.
Por otro lado, otros pueden pensar sus decisiones durante demasiado tiempo, por miedo a tomar la decisión incorrecta.
De cualquier manera, las decisiones pueden regresar para intimidarnos. Entonces, nos preguntamos: "¿Por qué no pensé sobre esto con más detenimiento?".
Toma nota de la manera en que vas tomando tus decisiones. ¿Eres impulsivo? ¿Piensas las consecuencias? ¿Analizas la situación, o simplemente encoges tus hombros y tomas una decisión con ignorancia?
Los 48 caminos hacia la sabiduría te enseñan que puedes alcanzar la sabiduría "beishuv" - que literalmente significa "sentado". En todo momento debemos tomar decisiones. Y cualquier decisión que tomamos merece ser tomada correctamente. No seas apresurado en la toma de tus decisiones. Ve con calma, piénsalo, vuelve a analizarla, observa los diferentes aspectos de la situación, reflexiona. Analiza tus decisiones.
Las técnicas que te presentamos te ayudarán a resolver problemas que inevitablemente ocurrirán en tu vida, en tu carrera, en el matrimonio, con tus hijos, etc. De esta manera, cuando tomes una decisión, podrás seguir adelante con confianza, sabiendo que fue la mejor y más práctica decisión que pudiste haber tomado.

Cuatro Pasos para Tomar Decisiones
Decidir significa evaluar ideas, sucesos, puntos de vista o cualquier otra cosa que nos encontremos en la vida. Deja que las cosas reposen un momento y después vuelve a analizarlas.
Nuestros sabios nos dicen que cualquier cosa que encontremos debemos analizarla cuatro veces. Este proceso se compara metafóricamente con la acción de cultivar: la sabiduría para el alma es como la comida para el cuerpo.

Sembrar: La primera vez que te encuentras con una idea debes tratar de entenderla. Eso es como "hacer el hoyo en la tierra".
Plantar: La segunda vez, la idea comienza a tener sentido. Estás "plantando la semilla en tierra fértil".
Cosechar: La tercera vez, obtienes un entendimiento completo, es decir, estás "cosechando el trigo".
Digerir: La cuarta vez es cuando integras la idea a tu vida. Digieres la idea, ella "nutre" tu alma y pasa a formar parte de ti.

Todos queremos lograr cosas increíbles con el mínimo esfuerzo. El Rabino Yosef Yuzel Hurwitz decía: "El hombre quiere transformarse en un erudito de la Torá y en un líder de la noche a la mañana, ¡y también quiere dormir esa misma noche!". Sin embargo, el verdadero crecimiento es un proceso lento. Es por eso que analizar tus decisiones es una herramienta importante, porque te obliga a pensar, a ejercitar tu paciencia y te ayuda a aumentar el límite de tus fuerzas.

Las Siete Herramientas Para el Análisis de tus Decisiones

Herramienta #1: Repaso Nocturno
Antes de ir a dormir en la noche, repasa y observa los eventos de tu día. Trata de identificar lo que has aprendido. Después proyecta hacia el futuro. Anticipa lo que esperas para el día, la semana o el mes siguiente. Sé disciplinado y no te des por vencido. ¡Este proceso te va a abrir dimensiones totalmente diferentes!
Usa esta técnica de repaso cada semana antes de Shabat, cada mes antes de Rosh Jodesh (comienzo del mes), y cada año antes de Rosh Hashaná. También úsala antes de tu cumpleaños, graduación, boda, o cualquier otro evento importante de tu vida.
Haz esto con constancia durante el resto de tu vida. Piensa sobre lo que has hecho en el pasado y lo que quieres hacer en el futuro. Si no lo haces, estarás de paseo por la vida. Acabarás en algún lugar – pero no sabrás cómo llegaste allí.

Herramienta #2: Captura y Materializa
Ocasionalmente, todos nosotros tenemos momentos de claridad: momentos en los que nos damos cuenta lo que significa ser un amigo, lo que estamos haciendo mal, lo que realmente queremos de nuestra vida. Comúnmente, creemos que ese momento nos cambia para siempre. Pero generalmente no lo hace.
¿Por qué? Porque a menos que concreticemos esa visión, no podremos actuar así. Y al final el efecto del momento es olvidado.
Analizar una situación es un proceso por medio del cual materializamos las visiones que tenemos. Nos permite darnos cuenta de cómo poner nuestras ideas en práctica. Por ejemplo, si decides que quieres ayudar en una causa, asegúrate de tener un plan estructurado para hacerlo. Sin un plan tus intenciones no ayudarán a nadie.
Cuando te enfrentes a un obstáculo, ¡detente! Analiza por qué te has encontrado con esta piedra en el camino. Trata el problema. No busques la solución fácil y sencilla.

Herramienta #3: Piensa Antes de Hablar
En el libro de Proverbios, el Rey Salomón nos aconseja: "No te apresures a responder". Una reflexión cuidadosa asegura una respuesta mucho más sabia que una reacción impulsiva.
La crítica nos afecta y nos incita a atacar. Reacciones precipitadas son generalmente un mecanismo de autodefensa y no es lo más efectivo.
Antes de reaccionar impulsivamente, considera lo que ocurrió y piensa realmente lo que significa.
Cuando alguien te insulte, espera antes de reaccionar, pues naturalmente estás a la defensiva. Ten cuidado de no hacer o decir algo de lo que te arrepentirás más adelante. Antes de empezar a gritar ¡detente! Respira y cuenta hasta 10.
Cuando alguien te haga una pregunta piensa antes de contestar. No tengas miedo de decir "no sé". Cuando te pregunten tu opinión aprende a decir "no estoy seguro" o "me parece que...". A la larga ganarás respeto.

Herramienta #4: Analiza la Información
Cuando escuchas o lees algo, aprende a identificar y a resumir la idea esencial en unas cuantas palabras. Si no te tomas el tiempo para analizar lo que acabas de estudiar estarás siguiendo ciegamente las ideas de otra persona. Si vale la pena invertir tu tiempo para estudiar cierta información, entonces también vale la pena meditar sobre ella.
Después examina las implicancias de lo que has leído o escuchado. Ayuda mucho tener una lista de preguntas estándar. Por ejemplo:
¿La fuente es objetiva?
¿Cuál es la prueba citada?
¿Qué parte no entiendo?
¿Cuáles son las implicancias o las consecuencias?
Formaliza el proceso: Pregúntate: qué, cómo, dónde, por qué. Toma una hoja y escribe los pros y contras. Esto te dará una guía.
Formular estas preguntas te ayudará a refinar tus habilidades analíticas y te ayudará a aplicar aquello que aprendes. Aunque parezca difícil al comienzo, una vez que domines la técnica, se volverá automático. Después podrás analizar lo que estudies a la velocidad de la luz y tomar mejores decisiones más rápido.

Herramienta #5: Prepárate
El hecho de prepararte antes de enfrentar un problema te permitirá actuar con mucha más confianza cuando el problema se presente. Antes de que te enfrentes a una situación que te puede causar problemas – como por ejemplo una entrevista de trabajo, una reunión familiar, etc. – considera desde antes lo que probablemente tendrás que enfrentar y practica para ello.
Ten confianza y nadie podrá derribarte.

Herramienta #6: Claridad
Para obtener claridad a veces debes alejarte de la situación y regresar después. Mucha gente se va a dormir en la noche con problemas y amanecen con soluciones. Si sientes que no tienes soluciones, tómate un descanso y regresa luego a lidiar con el problema. Las soluciones pueden llegar en cualquier momento.
Casi sin excepción alguna, en poco tiempo, conseguimos nuestras respuestas. Puede ser que seas más inteligente de lo que piensas. No te desesperes. Pregúntales a los demás. Pídele ayuda a Elohim. La claridad vendrá.

Herramienta #7: No te Paralices
Imagínate caminando por un puente muy angosto sobre las cataratas del Niágara. De pronto, te das cuenta de que viene un loco persiguiéndote. Ahora no sólo estás preocupado de no caerte, ¡sino que también te preocupas de que el loco no te atrape!
En cierta forma la vida es así. Cada paso que damos tiene consecuencias reales. Sin embargo, al mismo tiempo tenemos que movernos rápidamente por la vida. Toma las mejores decisiones pero sigue moviéndote para que puedas lidiar con otros asuntos que te presionan.

¿Por Qué el Analizar las Decisiones es un Ingrediente Para la Sabiduría?
Todos queremos grandeza. Debes saber que toma tiempo y mucho trabajo alcanzarla.
Tómate un descanso. Tomarás mejores decisiones e incrementarás tu confianza.
Si no vale la pena analizar la idea, no tiene sentido estudiarla.
Todos tenemos altibajos, tenemos días buenos y malos. Si no tomamos precauciones, podemos actuar impulsivamente.
Tenemos que ser capaces de diferenciar entre "realidad y fantasía".
Tómate un tiempo para pensar profundamente y saber para qué vives. De otra forma podrás acabar viviendo una vida muy superficial.



jueves, 24 de mayo de 2012

Camino #12: Crece Enseñando




¡¿Yo?! ¡¿Un Maestro?!
La mayoría de las personas no se consideran a si mismas 'maestros', ¡¿Yo, un maestro?! Vemos el acto de enseñar como una profesión que requiere de un entrenamiento formal y de una certificación. Además, pensamos que debe existir una "habilidad natural" que hace que alguien sea un buen maestro.
Los "48 caminos hacia la sabiduría" nos dicen que 'enseñar' es una forma de vida básica para todos nosotros. Para adquirir sabiduría y para vivir conviértete en un "maestro". ¿Por qué? Porque si no puedes enseñar una idea, entonces eso significa que realmente no la sabes.
Recuerda cuando estabas en la escuela y el maestro de matemáticas preguntaba: "¿Quién sabe esta ecuación?". Tú levantabas la mano y él decía: "Adelante, ¡enséñala a tus compañeros!". Entonces tú comenzabas a murmurar: "Bueno, umm..." Creías que la sabías, pero cuando intentaste explicarla te diste cuenta de lo contrario.
Mientras no compartes una idea, no es tuya, es sólo una noción confusa en tu imaginación. Transmitir la idea a los demás la convierte en algo real. Has transformado el potencial en una realidad.

La Obligación de Enseñar
Debes saber que enseñar es una profunda obligación moral. ¿Por qué? Imagínate que alguien conoce la cura para el cáncer y no quiere compartirla con nadie. Esa persona está provocando que todo el mundo sufra. ¿Cómo lo llamaríamos? Un asesino.
Ahora imagínate la peor de las enfermedades - la más destructiva, la más dolorosa y la más contagiosa de todas: la ignorancia. La ignorancia pervierte a la gente y los lleva a hacer cosas que son contraproducentes. Conduce a tener una vida de sufrimiento. Causa que la gente arruine a sus propios hijos, a tener conflictos con sus esposos y a sufrir en un trabajo sin fin toda la vida. Todo esto es provocado por la ignorancia.
Si entiendes algo sobre la vida y no lo compartes eres un desconsiderado. Hay algo en ti que dice: "No me importan los demás. Soy un lobo solitario". Vivir en un vacío no es humano.
Si conoces el secreto de la felicidad, ¡compártelo! Si ves a personas caminando deprimidas, casi muertas, dales un poco de alegría. Si tienes la capacidad de hacerlo entonces debes ayudarlos, pues, de lo contrario, siempre cargarás en tu conciencia con lo que "podrías haber hecho".
Cuando reduces la ignorancia en el mundo - inclusive un poquito - le das un increíble regalo a la humanidad. Algunas enfermedades sólo pueden ser tratadas por doctores especialistas, pero la ignorancia puede ser tratada por cualquiera persona que se tome la sabiduría en serio.
Ayuda a curar los problemas del mundo. Acaba con la ignorancia. ¡Enseña sabiduría!

La Necesidad de Comunicar
Todos disfrutamos cuando ayudamos a cambiar la vida de los demás. Noventa y nueve por ciento del mundo - ya sean periodistas, psicólogos, dentistas, etc. - están motivados (aunque sea un poco) por ayudar a los demás. Es un impulso humano natural. Mientras más personas influenciemos positivamente, mejor nos sentiremos acerca de nosotros mismos.
¿Sabes cómo se juega al béisbol, verdad? ¿Alguna vez has visto a una persona agarrando el bate al revés? ¿Qué harías? Lo observarías bateando una o dos veces y después te acercarías y le dirías: "Perdóneme, no estoy criticando, pero si toma el bate del otro lado podrá batear mejor. ¿Por qué no lo intenta y ve si funciona?". ¡Le enseñas lo que sabes porque te duele observar a alguien perdiendo el tiempo - inclusive que esté en el equipo contrario!
Enseñar es una manera de crear un lazo eterno con otra persona. ¿Recuerdas cómo tu tío te enseñó a silbar, o cuando tu hermano te enseñó a tirar una pelota? ¡Esa acción creó un lazo! Con más razón, se creará una unión cuando enseñes un consejo de vida.
Tú tienes la capacidad de provocar un cambio dramático y positivo en la vida de los demás. No tienes que ser un doctor o un trabajador social. Con un poco de sabiduría puedes cambiar a la humanidad.
Piensa en experiencias de vida que te hayan cambiado. Probablemente hay algo te hizo madurar, o que te ha ayudado a tomar los problemas de mejor manera, o a ser más independiente, o a ser más tolerante. Si esa experiencia quedó grabada en tu memoria, entonces vale la pena compartirla con los demás.

Creando el Deseo
Si el hijo de tu vecino estuviera malgastando su vida, dirías: "¡Qué lástima!". Pero, ¿si fuera tu propio hijo? Actuarías de inmediato: doctores, terapeutas, rehabilitación, ¡cualquier cosa que ayude!
Entonces, ¿Cómo nos motivamos para enseñar a los demás? Simplemente te tiene que importar.
Cuando te importa, haces el esfuerzo. Si no haces el esfuerzo, ¡probablemente es porque no te importa lo suficiente!

El Efecto Boomerang
Es posible estudiar una idea y pensar que la entiendes, pero sin entender realmente su profundidad. Esta es la razón por la cual mucha gente puede ser inconsecuente - y a veces contradictoria en sus acciones.
El tener que explicar una idea a los demás te obliga a clarificarte a ti mismo. Te hace permanecer enfocado y estar seguro de que la información está siendo absorbida y digerida apropiadamente. Vas a examinar las cosas con mucho más detenimiento - los detalles, la secuencia lógica, etc. Al esforzarte para convencer a los demás, llegarás a convencerte a ti mismo.
Más aún, cuando enseñamos, estamos conectados con el impulso humano de la creatividad. Cuando sientes ese poder de la creatividad estás llegando a todo tu entendimiento. Una idea puede afectarte realmente. ¡Este es el real crecimiento!
Como dicen nuestros Sabios: "He aprendido mucho de mis maestros. He aprendido más de mis colegas. Pero más que nada he aprendido de mis alumnos".
Inténtalo. Enseñar te conecta con aquel instinto creativo que todos tenemos.

No Aburras a Tu Público
(Bostezo)... "Otra vez nos va a dar un sermón..."
No recites, no entretengas. Enseñar significa "conmover" a otra persona, hacerla apreciar que lo que sientes es importante. Empieza con una broma o con una historia divertida para captar su atención y así introducirla al tema.
Nunca pierdas de vista a tu público. Tienes que "sentir" cómo están reaccionando ante lo que estás diciendo. Generalmente, la gente está dispuesta a escuchar lo que sea - si es dicho de una forma que puede ser entendido y apreciado. Asegúrate de que lo que estás enseñando sea relevante.
Buenos maestros hacen que sus alumnos aprendan a enseñarse a si mismos por medio de preguntas estimulantes que descubren la esencia del mensaje. Cuando alguien hace una pregunta esto es una señal de que está interesado en aprender. Por otro lado, cuando alguien está escuchando una charla, su mente puede divagar e irse lejos, ¡muy lejos!

Clarifica Tu Objetivo
Sé claro y conciso. Explica en términos simples lo que quieres comunicar. Si no puedes resumir tu mensaje en una o dos líneas, eso significa que no está lo suficientemente claro en tu mente. Y sin lugar a dudas, tu público acabará confundido.
Imagínate que tienes 12 años y a pesar de las advertencias tu hermano menor continúa desordenando tu cuarto. "¡Mas te vale que no desordenes mi cuarto o voy a tener que romperte la cara!". ¿Es la amenaza de violencia lo que quieres comunicar? ¡No! Lo que realmente quieres es que sepa que es una falta de educación el desordenar el cuarto de otra persona y si lo hace sufrirá las consecuencias. ¿No es esto lo que querías transmitirle? Entonces el mensaje que debes dar es: "Ten en cuenta que así como tú no quieres que desordenen tu cuarto, a mí tampoco me gusta que desordenen el mío". ¡Así es mucho mejor! Le has enseñado un principio muy importante para vivir: "Ama a tu prójimo como a ti mismo".
Ahora bien, el segundo paso es, ¿cómo vas a transmitir el mensaje? No cómo lo vas a hacer enojar, o reprender, o hacer de él un enemigo. Por el contrario, ¿cómo vas a llegar a él? Tómate el tiempo para averiguarlo.
Deja de gritar. Deja de discutir. Empieza a enseñar. Empieza a "llegar" a la gente.

Enseña, No Prediques
"¡Yo no soy un predicador! ¿Quién soy yo para decirle a la gente lo que hacer?".
¿Qué es predicar? Predicar es dar información con fuego y azufre, sin prestar atención a lo que la audiencia está sintiendo. Un predicador ordena: "Yo soy la autoridad... Yo te enderezaré... Acepta lo que yo digo... No preguntes... Estaciona tu mente... Escúchame... ¡Obedéceme!".
Predicar es ser un semidiós, estimular a la gente y provocarlos emocionalmente. Eso no es enseñar. ¡Eso es lavado de cerebro! Y esa no es de ninguna manera la forma judía de enseñar.
¿Qué es enseñar? Enseñar es transmitirle a un ser humano independiente la claridad de un concepto. Es hacer que los demás vean y entiendan tu mensaje en sus propios términos. Habla "con" la gente, no "a" la gente. Hay que permitir que el 'estudiante' se ponga en contacto con aquello que ya conoce, y que de esta manera, lo re-descubra por si mismo.
Un maestro apasionado puede inspirar mucho, pero al final de cuentas, un maestro debe ser capaz de transmitir ideas de una manera en la que las emociones y los intereses no interfieran distorsionando el mensaje. ¿Entiendes la diferencia?
Si enseñas pensando, "los voy a enderezar", entonces nadie va a escucharte. Debes estar abierto a la retroalimentación. "Si estoy equivocado, por favor corríjanme". Dale espacio a tus estudiantes para que evalúen los argumentos y tomen sus propias decisiones. Ten confianza de que la verdad prevalecerá. De otra manera, los estás forzando a que se traguen tu idea.

Hazlo Real
Repasa tu material para saberlo a la perfección. Antes de comunicar una idea, repasa los puntos importantes, inclusive aunque ya hayas enseñado el material 100 veces. Esto fortalece tu confianza, para que en el momento de enseñarlo puedas enfocarte menos en el contenido y más en la presentación.
No puedes recitar notas muertas. El material debe ser real para ti. Tiene que estar vivo, y de esta manera algo mucho más sincero saldrá de ti. Como dicen los Sabios: "Lo que sale del corazón, entra al corazón".
Lo mejor es repasar en forma rutinaria, por lo menos una vez al año. ¡El Talmud dice que inclusive  repasó la Torá cuatro veces antes de transmitírsela a Moshé!

Inspira Acción
Enseñar no es sólo transmitir bits y bytes de información; es afectar un cambio de comportamiento. Piensa cómo transmitir para que los demás no sólo aprecien la idea sino que la pongan en práctica. De otra forma, no has tenido éxito enseñando.
Las ideas impactan a la gente. Las ideas cambian la manera de pensar y otorgan las herramientas adecuadas para cambiar nuestra manera de actuar.
Desarrolla un plan para dar buenas clases. Trabaja sobre los pasos para hacer que la gente realmente implemente lo que enseñas.
¿Por Qué "Enseñar" es un ingrediente para la sabiduría?

El examen para comprobar si has entendido o no una idea es enseñársela a otra persona. Hasta que no puedas enseñarla no la has entendido.
 Todos queremos ser buenos. Enseñar sabiduría a los demás te da el respeto propio de saber que no eres egoísta.
 Si tu propio hijo necesitara que le enseñes algo importante, te importaría lo suficiente como para enseñárselo.
 Enseña cuando puedas. Cuanto más practiques, mejor será para ti.
 Enseñarle a los demás es una manera significativa de expresar creatividad.
 Los estudiantes te obligan a ser honesto contigo mismo.
 Si tienes una idea sabia, es una obligación moral enseñarla.
 Enseñar a los demás contribuye a mejorar el mundo. 



Camino # 11: Trabájalo con tus Amigos


 Algunos caminos se pueden transitar solos, pero el camino de la vida no es uno de ellos.

Ninguno de nosotros tiene el monopolio de la verdad, es por eso que debemos discutir nuestras ideas con los demás. Y es muy importante que encontremos amigos verdaderos – personas con las que podamos discutir nuestros planes, sentimientos, ambiciones... todo.
Los amigos son las personas ideales para discutir ya que con los amigos no tenemos que ganar puntos o participar en concursos de ego. Un buen amigo es aquel que nos da una retroalimentación honesta y derecha.
Un amigo no sólo estará contigo cuando estés en el campo de batalla, sino que también te escuchará y discutirá contigo los pros y los contras de la situación. El proceso del estudio Talmúdico es "toma y da": pregunta, respuesta, pregunta, respuesta. Con cada nueva pregunta la discusión se hace más profunda revelando nuevas capas de sabiduría.

Expone Tus Ideas en el Mercado
Cuando una compañía quiere ver si vale la pena manufacturar un producto, entonces realiza una encuesta de mercado y la respuesta de los clientes le mostrará las potenciales ventajas del producto.
Si quieres saber el valor de una idea tienes que hacer una encuesta de mercado. Reúne a un grupo de gente y cuéntales tu idea. Sus respuestas te ayudarán a ver si estás en el camino correcto.
Todos cometemos errores. No asumas que tu punto de vista es el correcto. Abre tus ideas a los demás. Discútelas con personas en las cuales confías. Se requiere de un buen amigo para asegurarte de que has pensado profundamente tus decisiones. Como dice el dicho: "No viajes solo con tus ideas; ve con un amigo".

Discusiones Rápidas
A pesar de que hasta ahora no lo sabías, te cuento que las personas son una biblioteca andante. Toda la gente a tu alrededor sabe muchas cosas que tú no sabes, y tiene opiniones distintas a las tuyas en los temas cotidianos.
La única forma de tener acceso a esa información es entrando en sus mentes. Comienza conversaciones y cambios de opiniones con ellas, pues cientos de personas están caminando solas, esperando hacerte más sabio.
Particularmente cuando se trata de decisiones importantes discútelas con otras personas. ¿Me debo casar con esta persona o no? ¿Debo aceptar esta oferta de trabajo o no? ¿Me debo mudar a este vecindario? No tengas miedo de darte cuenta de que has cometido un error. Todos tienen visiones distintas y entre mucha gente encontrarás muchas soluciones.
Cuando alguien te diga algo sabio no lo guardes en tu banco de memoria de citas interesantes solamente, ¡sino pruébalo! ¡Abre un debate al respecto!

Ten Preparada una Lista de Temas
Para sacar el máximo provecho de tus conversaciones, ten una lista de temas importantes (en forma escrita o mental). A la hora de la comida tómate un receso, deja de hablar de la bolsa de valores y en lugar de eso habla de conceptos tales como el libre albedrío o el propósito de la vida. Al principio puede ser difícil que tus amigos te sigan, pero una vez que comiencen te van a apreciar mucho por ello.

Escoge un Amigo
Encontrar amigos es demasiado importante como para dejarlo a la suerte. Sin embargo, generalmente eso es lo que hacemos. La mayoría de nuestros amigos son resultado de las circunstancias: vecinos, colegas, compañeros de cuarto. Pero es un error. Un amigo debe ser escogido cuidadosamente. Sé pro-activo al escoger un amigo.
Cuando vas a comprar un coche, decides por adelantado qué características quieres que tenga. Vas de compras buscando el mejor precio y sólo después haces la inversión. Debería ser lo mismo cuando buscas a un amigo.
Cuando escoges a un amigo, es para toda la vida. Por ejemplo, una buena pareja de tenis puede no ser un muy buen amigo una vez que desaparezca el interés por el tenis. En lugar de eso, busca gente cuyos intereses de vida respetes. Escoge un amigo con valores reales, alguien que siempre busque la verdad. Pregúntate "¿Cómo será este amigo en 20 años?".
Las amistades se construyen con lealtad. Escoge un amigo que sea leal. (¡Y tú debes ser un amigo leal también!). La lealtad significa que a pesar de que sus caminos difieran o que sus valores cambien, no van a alejarse el uno del otro – en lugar de eso, siempre harán lo posible para ayudarse mutuamente. Paga con "confianza" y ganarás un amigo. ¡Mientras mejor sea el amigo más confianza tendrás que pagar!
Claro que al final vale la pena. Porque un amigo de verdad nos entrega mucho más que buena compañía. Un amigo de verdad nos da la oportunidad de transformarnos en "la mejor versión de nosotros mismos".
¡Escoge un amigo con el que puedas alcanzar objetivos en la vida!

No Te Pelees, ¡Discute!
Sé provocativo. No con el objetivo de comenzar una pelea sino de estimular una buena e intensa discusión.
Una discusión significa: comunicarte. No proclames, no grites, no afirmes tu posición. Haz preguntas. Analicen las cosas juntos.
Conviértete en un conocedor de discusiones. Explora las ideas de otras personas. No te frustres cuando las cosas se pongan un poco agitadas. Con práctica puedes hacer que cada pelea se convierta en una discusión.
"Discusión" a diferencia de "pelea", significa quedarte tranquilo. Si quieres convertir una pelea en una discusión, baja el tono de tu voz y pregúntale a la otra persona: "¿Qué es lo que te hace decir eso? ¿Cuáles son tus razones? ¿Tienes pruebas de eso?".
Para quedarte tranquilo, recuerda que las demás personas están igual de seguros que tú sobre lo que están diciendo. Escucha atentamente su posición. Trata de entender su posición. Examinen la evidencia conjuntamente. ¡Ábrete a nuevas ideas!
Considera a la otra persona igual de importante que tú. Ella tiene una opinión. Existe una razón por la cual piensa así. Así como tú no aceptas automáticamente, de la misma manera, no lo rechaces inmediatamente. Porque aunque su punto de vista puede estar equivocado, es un punto de vista, y de todos modos debe ser respetado.
Saber llevar a cabo una discusión fructífera te ayudará a tener más amigos, a tener más profundidad en tus relaciones interpersonales actuales y a crecer en sabiduría.

Sé Un Juez, No Un Abogado
La diferencia entre un juez y un abogado es simple. El trabajo de un abogado es discutir a favor de aquel que está pagando sus honorarios. Un juez, por otro lado, permanece objetivo para evaluar ambos lados y descubrir la verdad.
Las personas que se embarcan en discusiones como "abogados" sólo están interesadas en "ganar" la discusión. Escuchan a la otra persona pero no oyen lo que está diciendo. Sólo escuchan lo que quieren escuchar.
Ya que raramente estás en desacuerdo con todo lo que la otra persona dice, dale validez a lo que está bien antes de discrepar. Di: "En este punto tienes razón, pero...".
Conviértete en una persona que busca la verdad, una persona que quiere hacer "lo correcto".

En Busca de la Verdad
Los temas más importantes con los que uno tiene que lidiar son aquellos temas que le dan color a nuestra concepción básica de la vida; la existencia de YHWH, el sufrimiento, el rol del pueblo judío. En el judaísmo, el concepto más importante es entender las instrucciones de Elohim mediante el estudio de Su Torá. Esa es la razón por la cual el método de estudiar Torá es con una jabruta (pareja de estudio). Trabajar las cosas con un amigo es algo esencial en la búsqueda de la verdad. Si la Torá es el libro de instrucciones de YHWH, entonces, ¡más vale que lo entendamos en profundidad!
El Talmud relata la historia de un gran sabio, Rabí Yojanan y su compañero de estudio, Resh Lakish. Los dos estudiaron juntos por muchos años, hasta que un día Resh Lakish se enfermó y murió. Rabí Yojanan enloqueció por la pérdida. Sus estudiantes trataron de consolarlo diciéndole: "No se preocupe, Rabí, nosotros vamos a encontrar un nuevo compañero de estudio – el más brillante de la ciudad".
Unas semanas después, Rabí Yojanan fue visto caminando en la calle totalmente deprimido, sus estudiantes le preguntaron: "Rabino, ¿cuál es el problema? Le enviamos un compañero de estudio brillante. ¿Por qué está tan triste?".
Rabí Yojanan les dijo: "Este hombre es en verdad un estudioso brillante. De hecho, es tan brillante que puede encontrar 24 maneras de comprobar que lo que yo digo es correcto. Pero cuando estudiaba con Resh Lakish, él traía 24 pruebas para demostrar que yo estaba equivocado. ¡Y eso es lo que extraño! El objetivo del estudio en pareja no es tener a alguien que esté de acuerdo conmigo. Quiero que me critique, que me pregunte y que me pruebe que estoy errado, pues de eso se trata el estudio de Torá".

No Le Tengas Miedo a la Crítica
La crítica es el aspecto más importante de la amistad, y es también la cosa más difícil de aceptar en la vida. El truco es encontrar amigos que sean lo suficientemente sensibles como para procurar una retroalimentación positiva además de la crítica.
El Talmud, incluso dice: "Jabruta o Matuta"un compañero de estudio o la muerte. "La muerte" en este contexto significa desperdiciar el tiempo y las oportunidades. Un compañero de estudio te fuerza a ser honesto contigo mismo.
El Sefer Jasidimun libro de la edad media – enseña: "Si probaron que tenías razón ganaste un poquito. Pero si probaron que estabas equivocado has ganado mucho más, ¡pues has aprendido la verdad!".
Sólo recuerda, la crítica conduce al crecimiento. Y el crecimiento es la emoción más intensa de la vida.

Resoluciones Comunes
Una discusión exitosa va a girar en torno al principio: "La gente con buena voluntad razona conjuntamente para llegar a una conclusión en común".
Buena voluntad significa: Estoy dispuesto a escuchar a la contraparte. Quiero saber la verdad. Estoy dispuesto a cambiar, a pesar de que sea doloroso.
En lugar de apegarse a la discusión, las personas generalmente terminan atacándose unas a otras. Cuando veas que alguien está siendo grosero o antagónico, detén la discusión. Definan sus términos juntos, lleven la conversación a términos racionales; esto evitará la pelea.
He aquí una manera segura para disolver la tensión. Dile: "Convénceme o únete a mi". La gente sincera que razona conjuntamente, siempre podrá llegar a una conclusión en común. No es fácil, pero vale la pena.
¿Por Qué "Apoyarte en tus Amigos" es un Ingrediente Para la Sabiduría?

 Todos cometemos errores. Si no expones tus ideas en el mercado – es decir, a discusión – nunca descubrirás tus errores.
 Siempre debemos discutir nuestras ideas con los demás pues somos mucho más objetivos acerca de los demás que de nosotros mismos.
 Los amigos cercanos hacen mucho más que corregir errores. Estimulan y expanden tus ideas.
 Si quieres grandeza, necesitas gente que te ayude a llegar a ella. Necesitas trabajo en equipo.
 Si te encuentras en un desacuerdo filosófico dile a tu amigo "¡convénceme o únete a mi!".

Una persona se ve afectada por la influencia de sus amigos y del medio ambiente. Si ellos quieren sabiduría, tú querrás sabiduría. Ten cuidado al escoger a tus amigos, ellos pueden tener mucha influencia.




viernes, 18 de mayo de 2012

Camino #10: Honrando a la Persona Sabia



Un aprendiz obtiene conocimiento de primera mano al ver cómo un experto trabaja. Así también ocurre con la sabiduría. No leas acerca de ella en un libro, ¡busca un experto!
¡Obviamente, una de las mejores maneras de adquirir sabiduría es ir detrás de aquellos que la poseen!
Así como un aprendiz obtendrá conocimiento de primera mano al observar cómo un experto trabaja, así también ocurre con la sabiduría. Lo puedes leer todo en un libro, pero la mejor manera es observando a un experto. Esta es la razón por la cual los sabios dicen que "servir a una persona sabia es algo más grande que estudiar Torá".
La sociedad generalmente le da honor a los atletas, a las personas adineradas, doctores, profesores. ¿Cómo tratarías a una de estas persona si viniera a visitarte? Te levantarías e intentarías servirlo de la mejor manera posible. Le pedirías consejos y lo escucharías atentamente. Toma los principios que aplicas para respetar a estas personas y úsalos para respetar a una persona sabia.
Honrar a una persona sabia significa aprender de él y ayudarlo.

Necesitamos Aprender Sobre la Vida
A nosotros, los seres humanos, nos gusta vernos como seres independientes. Tenemos construida dentro de nosotros una resistencia a la autoridad, y por ende, nos es muy difícil aceptar que necesitamos la ayuda de otras personas. Mucha gente prefiere cometer sus propios errores antes que aprender de aquellos que ya los cometieron. Creemos que podemos aprender todo de nosotros mismos. Nos imaginamos que podemos casarnos, tener hijos y vivir una vida significativa – y todo esto sin ningún tipo de preparación, en el camino "nos vamos arreglando" y "vamos viendo que hacer" ¡Pero eso es absurdo!
Los 48 caminos hacia la sabiduría nos enseñan que la vida es demasiado corta para pensar así. Estamos condenados a cometer errores, ¿para que agregar aquellos que podríamos evitar? Tienes que buscar personas realmente sabias, unirte a ellos y hacerles una lista de preguntas cuando se presente la oportunidad, y así, podrás alcanzar en 5 años lo que de otra manera te tomaría 20 años (o incluso más).
Necesitamos consejeros. Nadie construye un rascacielos sin los consejos de un experto o sin los planos. Pero la "vida" es mucho más complicada que construir un rascacielos o hacer una cirugía. Nunca soñarías en llevar a cabo una cirugía de corazón abierto utilizando un sistema de "prueba y error". Entonces ¿¡por qué lo haces con tu vida personal!?
Obsérvate hace 10 años. ¿Podrías ahora enseñarte a ti mismo algo sobre qué hacer y qué evitar? ¡Claro que sí! ¡Entonces ahora ve a hablar con alguien 10 años más grande que tú! Seguro que él tendrá algo muy importante para enseñarte. ¿Acaso no sería inteligente escucharlo?
Como dice el refrán: "Un tonto aprende de sus propios errores y un sabio aprende de los errores de los demás".

Prepárate Para Absorber Sabiduría
Si aprendes todo de todos, serás una de las personas más sabias del mundo. Pero obviamente eso no es práctico. Por lo tanto, tienes que darle prioridad a tus necesidades de "sabiduría".
Empieza con una lista de diferentes situaciones de la vida con las cuales esperas enfrentarte – por ejemplo: el matrimonio, educar hijos, etc. Después agrégale a esto cuestiones de la vida más existenciales como por ejemplo: "¿Cuál es el sentido de la creación?".
Escribe una lista de preguntas acerca de las cosas que quieres saber de la vida y llévala siempre contigo – tienes que estar preparado para preguntarle a la persona sabia:
 ¿Cómo puedo ser feliz?
¿Qué significa ser una "buena persona"?
¿Cómo puedo ser amable con los demás sin aprovecharme de ellos?
¿Cuál es la clave para ser realmente increíble?
¿Cómo es el placer de tener hijos?
¿Cómo puedo ser un buen hijo o hija?
¿Cuáles son mis responsabilidades hacia mi comunidad, hacia YHWH, hacia mi persona y hacia mi familia?
¿Cómo puedo utilizar mi tiempo de una manera sabia?
¿Qué viene primero la Torá o una profesión?
¿Cuál es el propósito del sufrimiento en el mundo?

Si pudieras conocer a alguien sabio el día de hoy, ¿qué le preguntarías?

Escogiendo un Maestro Para la Vida
En la escuela, nos inculcaron la idea de que los maestros van y vienen. Justo cuando empezabas a conocer a un maestro era tiempo de pasar de año y de conocer a un nuevo maestro.
Si quieres un maestro para tu vida no te conformes con el maestro más cercano – aquel que vive en tu misma calle. Ve de "compras" de maestro. Cuando te encuentres con alguien que posea sabiduría toma referencias, revisa sus credenciales, pon a prueba su sabiduría con preguntas y más preguntas, averigua si vive honestamente y coherentemente con su conocimiento. Después verifica sus orígenes, averigua quiénes son sus maestros y asegúrate de que sea parte de una comunidad respetada.
Cuando escoges a un mentor, tienes que encontrar a alguien con el que te puedas comunicar. Alguien que te entienda, que conozca tu pasado e historia familiar. Idealmente, debes encontrar un maestro al que puedas acudir a lo largo de tu vida. El poder de esto es que se pueden llegar a conocer mutuamente de una manera profunda y de esta forma se desarrolle una confianza y comunicación fuerte. Y por sobre todo, asegúrate de que sea alguien que está disponible; porque puedes tener el mejor mentor del mundo pero si no puedes hablar con él ¿de que te sirve?
No dejes de buscarlo. ¡Y no te des por vencido hasta que encuentres al indicado!

El Factor Lealtad
Encuentra a alguien que te reprenda y que te empuje para que te conviertas en una mejor persona. No busques a alguien que acepte tus debilidades y prejuicios.
Después de eso, una vez que hayas conseguido un maestro, no lo dejes ir si estás en desacuerdo con su posición en algún asunto. Sé un estudiante de la verdad. Trabaja los cuestionamientos con él. Escúchalo, pídele consejo. Le debes respeto a esa persona.
Si eres leal a tu maestro, estarás menos propenso a estar constantemente buscando a otro maestro cada vez que escuches algo que no te guste. La crítica es difícil de soportar, pero es una "pastilla" menos amarga cuando viene de alguien en quien confías, alguien que tiene mucha inspiración y sabiduría, alguien que sólo piensa en tu bien.
¿Por qué tendemos a no reconocer la sabiduría de nuestros padres y maestros? Porque la sabiduría requiere de nosotros un cambio. Tenemos que movernos de nuestra postura cómoda y eso es doloroso. ¡Por eso preferimos desechar toda la sabiduría!
Cuando se trata de uno mismo, el ser humano es subjetivo. Un mentor te da un sentido de responsabilidad. ¡Reduce tu capacidad de racionalizar! Cuando tienes un mentor firme, te sientes responsable y piensas dos veces antes de actuar. "¿Que diría mi maestro si yo hiciera esto?". Si no puedes responder a esta pregunta, entonces, mejor no lo hagas.

Ayuda a la Persona Sabia
Para poder ser realmente serio respecto de la sabiduría, debemos demostrar respeto por la sabiduría. Podemos hacer esto al ayudar activamente a aquellos que la poseen.
Sé un aprendiz. Sigue a tu maestro. Acompáñalo a sus citas y mandados. Observa cada matiz. Esto – más que cualquier libro – te dará la oportunidad de entender lo que hace que esta persona esté un poco más elevada que el resto.
Servir a tu maestro te acercará más a él – y por ende aprenderás más, crecerás más y llegarás a parecerte más a él.
¿Por Qué Honrar a una Persona Sabia es un Ingrediente Para la Sabiduría?
 Si realmente quieres aprender acerca de la vida, entonces necesitas un maestro. Necesitas a alguien que te guíe en un camino constante y racional.
Los seres humanos somos subjetivos acerca de nosotros mismos. Necesitamos a otra persona que nos brinde la objetividad necesaria para vivir bien. 
No es fácil buscar a otra persona que tenga sabiduría. Tenemos prejuicios. Queremos mantener nuestras creencias y defender nuestra posición. ¡Resiste a la tentación!
La enfermedad más destructiva es la ignorancia – no estar conectados con la realidad. 
Tener un consejero objetivo es tan crucial que incluso si sólo pudieras encontrar a alguien que es menos sabio de lo que tú esperabas, ¡debes apegarte a él de todas maneras!